"Había una vez
un hombre que vivía al costado de la ruta y vendía empanadas. No tenía radio, y
por una deficiencia de la vista, no podía leer los diarios. Pero tenía una gran
cualidad: hacía muy ricas empanadas. Un día colocó un pequeño cartel y luego
otro mayor, anunciando sus productos. Viendo el resultado que obtenía, hizo
instalar un gran cartel luminoso y así la gente se acercaba y compraba las
mejores empanadas.Con el tiempo, su fama fue creciendo y tuvo que ampliar su puesto de ventas, aumentó la variedad de sus empanadas y sus pedidos de ingredientes.
Viendo que sus ventas aumentaban y que ya no daba abasto con los pedidos, mandó a buscar a su hijo -que estudiaba un post grado de Resources Optimizer en Ciencias Económicas - para que lo ayudara a atender el negocio.
Al llegar el hijo y ver los anuncios por la ruta, muy preocupado le dijo:
"Pero Papá, no estás leyendo los diarios?... No escuchás la radio?...
Estamos en crisis y la situación internacional está muy complicada... Debes
reducir tus gastos!"
El padre pensó: Mi hijo estudia en la Universidad, lee los diarios y escucha la
radio, por lo tanto... debe saber lo que habla...!. Así que retiró los carteles
-que realmente guiaban a sus clientes hacia él-, disminuyó la calidad de cada
uno de los ingredientes y dejó de promocionar sus productos.
En muy poco tiempo su fama y sus ventas disminuyeron. Entonces llamó a su hijo y le dijo: "Hijo, tenías razón, realmente estamos atravesando una gran crisis!"
En muy poco tiempo su fama y sus ventas disminuyeron. Entonces llamó a su hijo y le dijo: "Hijo, tenías razón, realmente estamos atravesando una gran crisis!"
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