25 mar 2013

11 Consejos de cómo salvar a una ciudad



Con la crisis económica y automovilística, Detroit se encuentra en estado de emergencia y para administrar la emergencia la ciudad desginó a Kevyn Orr como administrador de emergencia de Detroit, quien tiene el solitario e ingrato trabajo de salvar a la llamada ‘Motor City' del abandono financiero.

Por su parte Steve Miller, presidente de AIG y un veterano de numerosas reestructuraciones corporativas, le ofreció a Orr algunos consejos para su trabajo, que son las siguientes:

1. Ten cuidado con las generalizaciones basadas en tu experiencia previa. Cada situación tiene su propia dinámica, por lo que no puedes abordarla con un recetario general. Necesitarás adaptarte y ser creativo.

2. Céntrate en cómo sacar a Detroit del bache, no en averiguar cómo se metió la ciudad en ese atolladero. Un nuevo líder en una situación de crisis tiene la gran ventaja de no tener que defender o justificar acciones previas y cómo se produjo el problema. Evita asignar culpas, no ayuda.

3. Antes de actuar, dedica el primer mes a reunirte uno a uno con cada grupo de interesados. Escúchalos. Tendrás que tomar decisiones difíciles, y ninguno estará del todo contento con el resultado. Pero estarán más molestos si las decisiones se toman sin que hayan sido escuchados.

4. Después de un mes, toma decisiones críticas. Los problemas se han construido y debatido durante años. No más vacilación. Tú eres el nuevo líder a quien acuden en busca de dirección. Pon en marcha el tren.

5. No des por sentado que la gente es mala sólo porque la situación es mala. La mayoría de las organizaciones tienen buenas personas con buenas intenciones e ideas, pero se han visto entrampadas por una organización ineficaz. Con una buena dirección y orientación, pueden hacer milagros.

6. Racionaliza la organización. Las situaciones más difíciles se vuelven extremadamente burocráticas, con muchas capas en la toma de decisiones. Da clara autoridad a las personas que pueden con esa responsabilidad.

7. Sé accesible. Come en la cafetería, no en restaurantes lujosos. Siéntate con grupos de empleados elegidos al azar y averigua lo que piensan. Aprenderás muchas cosas que se quedan fuera de los canales normales.

8. Da tu dirección de correo electrónico. Responde a los correos tú mismo. Sí, recibirás algunos mensajes llenos de animadversión, pero la gente se sorprenderá de que realmente leyeras sus comentarios.

9. Decide cuáles son tus tres principales prioridades a largo plazo. Asegúrate de que tus decisiones diarias estén alineadas con esas prioridades fundamentales.

10. Sé paciente. Cada reestructuración requiere el doble de tiempo y es el doble de complicada de lo que puede imaginarse en un principio.

11. Que se te resbale todo. El problema no puede resolverse sin decepcionar a los interesados. Se te culpará y te dirán cosas que van a doler. Elévate por encima de todo eso, y mantén tu mirada en las soluciones necesarias.

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