Siempre admiré la lucidez de Umberto Eco especialmente en sus columnas sobre medios de comunicación, cambios sociales y libertad de expresión.
Voy a destacar dos párrafos muy lúcidos de un extenso artículo sobre la libertad de expresión publicado en el semanario italiano L’Espresso.
"En las democracias que definiríamos “vigorosas” no hay necesidad de defender la libertad de prensa porque a nadie se le ocurre limitarla."
"La historia está llena de hombres atrevidos y carismáticos, con escaso sentido del Estado y altísimo sentido de sus propios intereses, que han deseado instaurar un poder personal, desbancando parlamentos, magistraturas y constituciones, distribuyendo favores a los propios cortesanos y (a veces) a las propias cortesanas, identificando el placer personal con el interés de la comunidad. No siempre estos hombres han conquistado el poder al que aspiraban porque la sociedad no se lo ha permitido. Cuando la sociedad se lo ha permitido, ¿por qué tomársela con estos hombres y no con la sociedad que les ha dado carta blanca?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario