Hay que vivir la vida con una filosofía jazzera. Mucho swing, mucho feeling, y saber improvisar en los momentos necesarios. Comprender que, como decía el gran Duke Ellington: "Nada significa si no tiene swing". Jazzlosophy es una forma de vida; y nuestra vida esta rodeada de cosas jazzlosophy y de momentos jazzolosophy. Gozar y valorar el tiempo libre. Bebidas, Gastronomía, Viajes, Artes, Música, Cine, Literatura, Diseño y Estilo. Tratemos de recuperar el olvidado Arte de Vivir.
19 ago 2010
Historia del Cigarro
El 28 de octubre de 1492 fue una fecha clave en la historia del tabaco. Ese día, Colón y sus naves llegaron a la bahía de Bariay, en la costa noreste de la isla de Cuba, al norte de la actual provincia de Holguín. "...Es aquella isla la más hermosa que ojos hayan visto..." escribiría luego Colón en su diario, impresionado por el esplendor y la variedad de colores que le ofrecía la tierra que acaba de descubrir.
Unos días más tarde Colón mandó a dos de sus hombres, Luis de Torres y Rodrigo de Xerez, a explorar la zona circundante y, si era posible, contactar con los emisarios del Gran Kan. Colón aún creía que había llegado a las Indias, y su única obsesión era reunirse con dichos emisarios para llevar a cabo la principal misión que le habían encomendado los Reyes Católicos: firmar un tratado comercial.Entre los días 2 y 5 de noviembre, los dos exploradores recorren la zona próxima al lugar de desembarco y se encuentran con los habitantes de la isla, los indios Taínos. Una de las cosas que más les llama la atención es ver a hombres y mujeres aspirando el humo de unos cilindros de hojas secas.De regreso a Playa Blanca, en la bahía, relatan a Colón lo que han visto y éste hace la siguiente anotación en su diario el día 6 de noviembre de 1492:"...Iban siempre los hombres con un tizón en las manos (cuaba) y ciertas hierbas para tomar sus sahumerios, que son unas hierbas secas (cojiba) metidas en una cierta hoja seca también a manera de mosquete..., y encendido por una parte del por la otra chupan o sorben, y reciben con el resuello para adentro aquel humo, con el cual se adormecen las carnes y cuasi emborracha, y así diz que no sienten el cansancio. Estos mosquetes... llaman ellos tabacos".Hay que destacar las palabras "cuaba", "cojiba" y "tabaco" que utiliza Colón en su diario. Se cree que "cojiba" (también cohiba, cohoba o cojoba) es la palabra taína que designaba al mosquete o rollo de hojas secas que fumaban, el primer nombre del cigarro."Cuaba" hace referencia a un arbusto del Caribe que aún hoy se utiliza en el campo para transportar fuego de un lugar a otro y para encender hogueras, debido a su extremada combustibilidad. Y "tabaco" era el nombre del tubo en forma de "Y" con el que los indios aspiraban tabaco en polvo, aunque hoy es la palabra que se usa en Cuba y República Dominicana para decir "cigarro".Se cree que la planta de tabaco, la "Nicotiana Tabacum", es originaria de la zona del altiplano andino y que llegó al Caribe unos 2.000 ó 3.000 años antes de Cristo. Cuando Colón llegó a América, la planta ya se había extendido por todo el continente y casi todas las tribus y naciones de América habían tenido contacto con el tabaco y tenían con él una relación más o menos intensa.
Lo utilizaban en sus ceremonias mágicas y religiosas (los chamanes lo usaban para entrar en trance y ponerse en contacto con el mundo de los espíritus), en medicina (hacían cataplasmas para curar afecciones de la piel) e incluso había tribus que lo consumían como alimento. Fruto de este intenso contacto de los indios con el tabaco, los españoles se encontraron con un sinfín de palabras que designaban al mismo, cada una en una lengua o dialecto diferente:yoli, petum, picietl, cumpai, tobago, etc.
SIGLO XVI - XVIII
Los primeros tiempos del tabaco no fueron impresionantes. La colonización, el establecimiento de ciudades, puertos y bases comerciales eran prioritarios. Cuando empezaron a crecer estos asentamientos debido al comercio y a la afluencia de colonos, la principal preocupación de las recién creadas "ciudades" fue la obtención de alimentos para mantener a su creciente población. No cabía el cultivo de una planta que no era comestible. Pero poco a poco, las colonias superaron la necesidad de una economía de subsistencia y sus habitantes pudieron dedicarse a otras actividades, entre ellas el comercio, especialmente el de los excedentes agrícolas y el de los nuevos y exóticos productos de lujo provenientes del Nuevo Mundo.Pero Colón y sus hombres ya habían mostrado al mundo el tabaco y, poco a poco, este empezó a ser conocido y apreciado en otrospaíses. Walter Raleigh, lo llevó a Inglaterra y Jean Nicot, embajador de Francia en Portugal (a él se debe el nombre de la Nicotiana Tabacum), lo introdujo en la corte francesa recomendándoselo a la reina como remedio para sus jaquecas.El uso del tabaco se puso de moda entre las clases acomodadas debido a que durante esos primeros tiempos se le atribuyeron infinidad de propiedades curativas, casi milagrosas. Pero no era consumido en forma de cigarro, sino en polvo, una de las formas sencillas en que lo consumían los indios.Surgieron los "molinos de tabaco" que se encargaban de obtener el valioso polvo conocido como "rapé" (en francés, raspado), raspando y moliendo la hoja de tabaco que había sido tratada previamente.Esta fue la forma más frecuente de consumir tabaco durante el s. XVI y primera mitad del s. XVII.En el Archivo Histórico de la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla, se constata que los cigarros elaborados por hombres, arrancan allí en la segunda mitad del siglo XVII (1686), y en la Fábrica de Cádiz, algo más tarde, empiezan a ser elaborados por mujeres, origen de las célebres "cigarreras".
La manufactura de estos primitivos cigarros manuales no era muy diferente de la actual. Se fabricaban cigarros grandes en los que la capa se sujetaba por sí misma gracias al almidón en el que se humedecía, ganando rigidez y facilitando la introducción de la tripa. Los cigarros medianos de "hila colorada" (otro método para sujetar la capa era atarla con un hilo), muy apreciados en la época, eran conocidos como "papantes", y precisaban de mayor destreza al no recibir almidón. Además, se elaboraban otros cigarros pequeños, que alcanzaron gran celebridad, atados con hila blanca, "a la moda de Cádiz".La primera aparición de las anillas se relaciona con la necesidad de tapar el hilo que ataba la capa y evitar que quedase colgando.Más adelante, las anillas se hicieron algo más anchas para evitar que los caballeros se mancharan los blancos guantes al sujetar el cigarro.De ahí a que se imprimiera en ellas la marca del fabricante quedaba sólo un pequeño detalle: la invención del sistema litográfico de impresión. Los primeros cigarros Habanos llegaron desde la Real Compañía de La Habana en 1747, incrementándose su consumo en las décadas siguientes.
SIGLO XIX
Es a partir del s. XIX cuando realmente despega la primera industria tabaquera, la de Cuba. Surgen multitud de "chinchales" (pequeños talleres de torcido de cigarros), de los cuales sólo unos pocos conseguirán triunfar. Pero es durante la segunda mitad del siglo cuando se va a empezar a aclarar el panorama y, a pesar de que siguen surgiendo chinchales, empiezan a consolidarse las grandes marcas clásicas, marcas que han llegado con todo su prestigio hasta nuestros días.En 1819 se crea la marca Hija de Cabañas y Carbajal; en 1834 Por Larrañaga; en 1840 Punch; en 1844 H. Upmann; en 1845 Partagás, Ramón Allones y La Corona; en 1850 Sancho Panza; en 1865 Hoyo de Monterrey; en 1875 Romeo y Julieta; en 1882 El Rey del Mundo; en 1884 La Flor de Cano y en 1885 La Gloria Cubana.Casi todas estas marcas, además, fueron fundadas por españoles emigrados a la isla caribeña y, hasta 1898, año en que se desencadenó la guerra hispano-americana en la que se perdió Cuba, la industria tabaquera estuvo en manos españolas.Tras la interferencia norteamericana en la Guerra de Independencia Cubana, que los "mambises" (los patriotas cubanos) llevaban luchando desde hacía más de una década, la industria tabaquera empezó a ser controlada por empresas norteamericanas.
También es el s. XIX el momento en el que se desarrollan los vitolarios clásicos, tal y como hoy los conocemos. Destacan las primeras vitolas, la "Corona" y la "Media Corona" (posiblemente dos de las más antiguas), que eran ofrecidos como obsequio a la Corona Española, junto con otras no tan conocidas en la actualidad, como las "Regalías", las "Medias Regalías", los "Imperiales", los "Monarcas", los "Cetros", las "Reinas" y los "Príncipes".Al mismo tiempo se desarrollaron las vitolas genéricas tales como las "Conchas", las "Conchitas", los "Elegantes" y los "Trabucos" (de elegante cañón ahuevado o "figurado"). También son dignos de mención los "Vegueros" (sinónimo de cigarro grande de calidad), los "Millares" (de fina punta), las populares "Brevas" y los más pequeños, que tomaron su denominación del mundo de la farándula, los "Entreactos".A partir de 1889 comienza la fabricación de los cigarros de forma mecánica, introducida por el nuevo "sistema de prensado Farias de tripa corta". Esto supuso el declive de la elaboración manual por las tradicionales torcedoras o cigarreras. Se empezó por producir un tipo de cigarros medianos, denominados "Especiales Superiores" y "Especiales Finos", que con el comienzo del siglo XX se llamarongenéricamente Farias, alcanzando pronto el reconocimiento popular, dada su alta calidad y precio asequible.
SIGLO XX
La primera mitad del s. XX es una continuación de la tendencia de finales del s. XIX, casi como un renacimiento del ímpetu de la industria tabaquera, que había sido cortado en seco por la guerra y por la intervención americana. Se crean nuevas marcas y, así, nacen Fonseca y La Belinda en 1907; Bolívar en 1927; Quintero y Hno. entre 1924 y 1940 (la fecha es imprecisa); Troya en 1932; Montecristo en 1935; Flor de Rafael González Márquez en 1936 y Saint Luis Rey en 1940.La evolución de las marcas es continuo, y siguen surgiendo marcas nuevas y desapareciendo otras antiguas hasta que llega el año 1959 y, con él, el triunfo de la Revolución.El nuevo gobierno reorganiza la industria tabaquera y se suma al progreso de las marcas y la calidad de los cigarros. En 1966 nace Cohiba (considerado el mejor habano del mundo); en 1969 Trinidad, el regalo de protocolo del gobierno de la República de Cuba; en la década de los 70, con el apoyo de SEITA (hoy, parte de Altadis), Quai d'Orsay; en 1996 Cuaba; en 1997 Vegas Robaina y en 1999 San Cristóbal de La Habana. Este resurgir de nuevas marcas es una clara muestra de que la industria está en pleno periodo de expansión y de que el mercado responde y crece de año en año.A partir de los años cincuenta de este siglo, se venden en España alrededor de 200 millones de cigarros, que llegan a su máxima expansión en 1975, superando los 1.000 millones de cigarros, tanto peninsulares, como importados desde Cuba, República Dominicana, Canarias, Filipinas, Centroamérica y Brasil.En estos momentos, el crecimiento anual del consumo de cigarros ronda el 10% y se ha complementado con la llegada de nuevos tipos de cigarros o "cigarritos": los minis, los puritos y los midis o chicos. Esta nueva moda tiene unos crecimientos espectaculares, llegando al 30 ó 40 % anual, y se destaca como la nueva tendencia en el mundo del cigarro.
Hay momentos es que un buen cigarro y buena compañía, es un momento Jazzlosophy.
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