Esta historia transcurre a finales de noviembre en Finlandia e inicia cuando una pequeña niña no reunió lo suficiente para comprar el último disco de la cantante Chisu.
Ante esto, se le ocurrió recurrir a internet para conseguir la ansiada grabación. Tras varios intentos llegó por fin a Pirate Bay. Sin embargo, no logró descargar el álbum.
El día su padre la acompañó hasta una tienda para comprar el deseado álbum.
el tema es que el intento de bajar ese disco quedó registrado haciendo entrar en juego a las autoridades.
Días después, la Copyright Information and Anti-Piracy Centre (CIAPC), con base en Helsinki, envió un avisó a la familia diciéndole que habían detectado la operación en Pirate Bay, por lo cual tendría que pagar una multa por 600 euros.
El padre se rehusó a cubrir aquella cantidad, por lo cual, la mañana de un martes cerca de las 8 de la mañana, la policía llegó a la casa con una orden judicial para buscar evidencia relacionada con la ‘descarga ilegal’.
Para su sorpresa, sólo encontraron una niña de 9 años con una laptop de Winnie The Pooh, la cual fue confiscada.
El padre se quedó atónito ante las declaraciones de la policía: “hubiera sido más fácil si hubiera pagado la multa”.
“No hicimos nada malo. Si los adultos muchas veces no saben cómo usar una computadora ni la red, como podemos asumir que una niña de 9 años sepa lo que esta haciendo mientras está en internet” dijo el padre.
Este suceso pronto se convirtió en viral y desató críticas por parte de políticos, artistas y la ciudadanía de cómo CIPAC había manejado la situación.
Para principios de diciembre, el padre accedió a pagar 300 euros de la multa de 600 para poner fin al caso.
La reflexión es que si avanza el proyecto de censura sobre la red todos podemos ser víctimas de un abuso de poder por parte del estado seamos o no piratas.
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